La tecnología, ingresa como una variable más en nuestros modelos de crecimiento, sobre todo en los del tipo endógeno, con incidencia en el capital o en la Investigación y Desarrollo.
Autores como Romer, Aghion, Lucas, Rebelo, Dasgupta y otros, consideran diversas formas de enfoque de la innovación tecnológica dentro de la modelistica del crecimiento sostenible.
En la década de 1970, aparecen estudios y bases de datos, donde apreciamos que los países capitalistas desarrollados (no son considerados los países de la órbita socialista), contribuyen con el 98% del gasto mundial en investigación y desarrollo, mientras que solamente un 2% le corresponde a los países subdesarrollados. De hecho estas estadísticas aún se mantienen, basta observar los estudios de la OCDE, sobre el gasto en investigación y vemos que países como Estados Unidos de NA, Suecia, Reino Unido, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Japón; contribuyen fuertemente al proceso de I+D contra el Producto Bruto.
Según el Information Economy Report 2007-2008 de la UNTAD, en el continente americano se concentra el 27% de los investigadores mundiales (hacia el 2002). De ellos, el 24.8% corresponde a investigadores de Estados Unidos de NA., mientras que sólamente el 2.5% son del resto de países de America Latina y el Caribe.
Asimismo en Asia, la China continental posee el 14.7% y Japón el 11.7%, quedando el resto en manos de los otros países, tanto que el continente asíático abarca un 36.8% del total de investigadores mundiales.
Al parecer existe una relación directa entre el gasto en I+D y el crecimiento de los países, puesto que los países con mayor Producto Bruto, son los que mas gastos tienen en Conocimiento y tecnología.
El caso del Perú, la situación es mas complicada, puesto que aquí podríamos utilizar como referencia el gasto del estado en educación, lo cual se ha mantenido en un 3% del PBI durante los últimos 5 años, así realmente no hay incentivos a desarrollar tecnología o ingeniería o biotecnología; etc. Se espera que como es el caso, sean las empresas privadas las que desarrollen y busquen innovación en la tecnología, pero al parecer no se ha vislumbrado que tratándose de un país donde los principales rubros económicos son de caracter extractivo (minería y pesca industrial), no es de extrañar que los demás empresarios estan abocados a rubros terciarios, definitivamente más ligados al comercio de los ya fabricado.
No hace mucho escuche a un empresario decir "...economistas no contratemos, sólo son teóricos y en la práctica, nada. Contratemos abogados, serán más de utilidad cuando tengamos que reclamar algo, presentar ofertas-contrato y finalmente nos ayudaran a salir de los problemas..." así vemos abogados en las finanzas públicas y privadas, en las instituciones reguladoras, en las instituciones estatales, en fin. dado que estos profesionales nos aliviaran de problemas, aunque solo en el muy corto plazo.
Si no se innova, nos convertiremos solamente en una gran tienda de otros productores, donde bajo la batuta de la globalización, piden libertad de fronteras; sin importar realmente el futuro de las naciones y los países. Miremos las inversiones en el Perú, la gran mayoría en la implantación de negocios terciarios, negocios extractivos y casi nada (por buscar un decir) en el sector manufacturero con cambio tecnológico.
Una manera de remediar esto, es empezar por la protección del medio ambiente, cuyos cargos pueden alterar las ganancias de los empresarios y así obligarlos a reemplazar capital por nuevas tecnología limpias y el Estado que debiera promover la Investigación Universitaria y en sus instituciones, cosa que ya hace muchos años se ha dejado en el tintero del político oportunista.