Desaceleración de la Economía de EEUU. ¿Nos afectaría?

Una economía como la peruana es pequeña y aún débil, debido a su reducido impacto en los términos de intercambio a nivel mundial y a su muy reducida participación en el proceso de comercialización de bienes manufacturados. La economía peruana esta muy sesgada hacia la exportación primaria y recién está incursinando en mercados no tradicionales. Otro detalle es la alta dependencia de los mercados de capitales, de la moneda estadounidense, afectándose más aún con la alta concentración del sector financiero bancario. Existen amenazas externas que inciden exógenamente en las componentes macroeconomicas del modelo peruano (si podemos visclumrar uno), como son el alza creciente del petróleo, la transferencia de produccíon de maíz y otros derivados hacia la producción de biocombustibles, el problema de la desaceleración de la economía de EEUU, con quien el Perú está ad portas de firmar un tratado de libre comercio; son variables no controlables que incidiran efectivamente en el comportamiento de la economía en los proximos meses. Uno de los problemas internos, es precisamente la lenta reacción de la burocracia estatal, que no tiene la capacidad de responder inmediatamente ante cambios en los niveles de crecimiento de la economía y súmese a esto, los altos costos de intermediación estatal (medidos en tiempos y en acciones) cuyo efecto puede impactar negativamente en el dinámico sector privado, que ya resiente parte del problema con la apreciación constante de la moneda nacional, si bien es cierto mejora el nivel de consumo interno, pero reduce nuestra posición como exportador. En un modelo donde la imperfección de las transacciones son la constante (por ejemplo la movilidad de capitales), es probable que la producción tienda a decrecer, acompañandose de un alza de precios, buscando el mercado equilibrarse ante los problemas externos y la creciente demanda interna. La respuesta a la pregunta es que si nos veremos afectados por la desaceleración de la economía de EEUU. Ahora bien, hay que tener en cuenta la declaración de que la tendencia de los aranceles a fines del presente año y en los próximos será reducir las tasas arancelarias a un valor cercanoa al 1.98%, en la práctica constituye una libertad arancelaria o como tener tratados de libre comercio con todo el mundo. La historia ha demostrado que los países con economías mas fuertes son proteccionistas, pero ellos buscan que los más débiles abran sus mercados a sus productos, sin restricciones arancelarias. ¿Que nos puede pasar en el Perú? Por lo pronto no hay discursos de nuestros principales economistas al respecto, ¿el silencio acaso quiere decir algo?

¿Cobertura Educativa o Calidad Educativa?

Estamos viviendo una etapa interesante en cuanto a crecimiento sectorial en la economía peruana, sin embargo este crecimiento va a encontrar una deficiencia muy seria en el factor humano. Y es que lamentablemente nuestros colegas en el Ministerio de Economía y Finanzas al parecer han olvidado sus lecciones sobre teoría del crecimiento y la incidencia del factor trabajo en la composición de los agregados que aportan valor al producto final. No hablamos de la Mano de obra no calificada, sino de la necesidad de calificar a la mano de obra, es allí donde el Estado peruano está fallando dramáticamente. De un lado con un segmento docente incapáz de ofertar mejoras pedagógicas, una infraestructura educativa obsoleta y precaria, donde la educación se ha convertido en un medio de vida y porque no decirlo, de negocios; de allí la proliferación de colegios, institutos y universidades que ofrecen todo tipo de paquetes educativos cuyo límite depende del creativo de marketing; pero: ¿ y la Calidad de la educación? Hasta allí llega la frontera de un extremo vigoroso que apunta a la masificación en pro de la cobertura educativa, hinchamos los pechos en actitud arrogante y espetamos que tenemos el 93% de cobertura educativa en educación básica primaria, sin embargo este nuevo peruano que surge de las escuelas paupérrimas de conocimiento no puede enfrentar el avasallante crecimiento sectorial del país, se reduce a un salario que le permite supervivir, pero no capitalizar, y es que no solamente son voces del interior del país, sino lo confirman instituciones como la World Economic Forum (WEF) donde figura el Perú ocupando el último lugar, entre 131 países, en el índice de calidad de la educación primaria y alarmantemente un 130 lugar en matemáticas y ciencias. Igualmente se aprecia un 124 puesto respecto de las cargas burocráticas, explicando que el ciudadano !trabaja para el Estado y no al reves!.

En temas universitarios, tampoco tenemos mucho de que hablar, a decir que ninguna de nuestras universidades figuran entre los 100 primeros lugares en los diferentes ranking que se publican en el orbe.

Coloquialmente, digamos que la pelota está en la cancha del gobierno del Sr. Alan García, y también del Congreso, hay que poner mano dura y reformar la educación peruana en todos sus niveles y esto incluye también a los servidores del Estado, que deberían estar al servicio de los peruanos que pagamos sus sueldos, sino que se retiren y que vengan otros que si desean trabajar por el Perú.

El negocio Retail en el Perú. ¿Monopolios O Monopsonios ?

Ahora vemos en el Perú, una invasión de negocios del tipo retail (minoristas) de la mano de empresas como Saga Falabella, Tottus, Ripley, Sodimac, Ace Home Center; etc. Se anuncian inclusive otras empresas de origen chileno que llegarían a nuestro país. Aquí deseo precisar dos puntos importantes. Primeramente, por el lado del proveedor, estas empresas son en realidad corporaciones financieras, que buscan maximizar sus beneficios basandose en una negociación del margen de ganancia con el proveedor, que adicionalmente a ello, financia la operación con créditos superiores a los 60 días inclusive. Así tenemos desde este lado, una operación comercial de cobro inmediato (liquidez en caja y libre disponibilidad) y pagos diferidos, manteniendo un margen de ganancia casi constante. Si el precio del mercado del producto "X" disminuye, entonces el precio ofertado por el proveedor a estas grandes tiendas también debe bajar, para mantener constante el margen de ganancia, afectandose así el proveedor directamente.

Segundo, los niveles de capitalización y liquidez de estas grandes tiendas son extraordinarios, lo que les permite brindar servicios de crédito de consumo a sus clientes, con una tasa activa superior a la del mercado financiero, obteniendo así una ganancia financiera enorme, en el caso de algunas tiendas en Perú llegan hasta el 46% anual.

Aquí tenemos en suma, la captura de los beneficios por un gran comprador, típico cartel monopsónico asociado a intermediación financiera en el sector de créditos de consumo. Y ahora van más allá inclusive, llegand a otorgar prestamos directos para otros usos e inclusive liquidez directa.

Es imprescindible que se regule adecuadamente este tipo de negocios, que finalmente puede destruir al pequeño comerciante y tambien al proveedor, dado que deprecia al producto, hasta hacerlo nada atractivo para los demás comerciantes por los márgenes que ofrece su comercialización. Un nuevo tema de investigación microeconométrica con este fenómeno nuevo en Perú.

Hidroelectricas en la Mira

Las centrales hidroeléctricas en el Perú, aportan más del 70% de la energía generada en el país, sin embargo debido a presiones desde el lado de las corporaciones dedicadas a la extracción del gas en la zona de Camisea, el Ministerio de Enegía y Minas, promulgó la Ley de incentivos de inversión en Centrales Térmicas, basadas en gas.

Esta disonancia del Gobierno, finalmente por encontrar mercado local al gas, ha detenido las inversiones en el sector eléctrico, dado que la respuesta de los inversionaistas ha sido lenta, también en parte porque estaba ad portas la elección de un nuevo gobierno en el Perú y también debido a la saturada capacidad de las redes de transmisión eléctricas.

La sostenibilidad del crecimiento sectorial minero e industrial, puede verse afectado por los costes cada vez mas altos del petróleo (US$ 95/Barril) sin embargo el coste de generar electricidad con el recurso agua nos permitiría mantener los niveles de precios del insumo energía eléctrica, haciendo competitiva a nuestra producción. Estas ventajas inclusive permitirán una mayor inversión en el país, pero hay que redireccionar las inversiones hacia sectores que permitan la sostenibilidad del crecimiento, mucha de la inversión externa se orienta al sector primario exportador y al sector terciario comercial, a largo plazo, podríamos tener alta dependencia de productos básicos, debido a los cambios en las preferencias de los consumidores (el sector terciario retail modifica las tendencias del consumidor local, introducendo patrones nuevos de corte global).

Se habla mucho de la matríz energética muy ligada la balanza neta del petróleo, pero hay que tomar en cuenta la creciente demanda interna, ligada al crecimiento sectorial y que está empujando el consumo elevado esta situación finalmente requerirá que la oferta eléctrica aumente lo suficiente para cubrir las necesidades o vamos a tener cuellos de botella muy críticos como los ocurridos en Argentina con las restricciones energéticas esta año. Una inflación por el lado de los costes, proveniente de los generadores, puede reducir la competitividad externa del país, entonces la necesidad de intervención del gobierno en la promoción de políticas de incentivos a la hidrogeneración (con costos de inversión mucho mas altos) debería complementar a las existentes en cuanto a tecnología de termogeneración eléctrica.