Economía Peruana: Comienza la desaceleración
La última reunión de Ministros de Finanzas del Foro de Cooperación Asia Pacífico (APEC), realizada en la hermosa ciudad de Trujillo, lugar de la eterna primavera; ha mostrado la verdadera preocupación de los funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas del Perú.
La desaceleración ya empezó en la economía peruana, esto se aprecia en dos indicadores globales cuya dinámica ha estado en la mira de todos los peruanos, la Tasa de crecimiento del PBI y la tasa de crecimiento de la demanda interna. En el primer caso la variación del PBI entre el 2008 y el 1010 se preve descendente hasta un 6,5% y luego muy tímidamente alcance un 7%, sin embargo el mayor efecto se verá en la demanda interna que puede caer desde un 12,3% hasta un 7% o menos inclusive.
Dos son los sectores que enfrentarían una desaceleración continuada, el textil, cuya dependencia del mercado exterior, recibirá menos pedidos y aunque el costo de los insumos disminuya, sin embargo la menor demanda obligará a reducir la producción planeada. De otro lado el sector construcción, que había previsto mas de 400 edificios de departamentos en Lima, resentirá su oferta por efectos del aumento de la tasa de interés hipotecaria sobre los créditos, como también por que los inversionistas están reevaluando su cartera de inversiones, debido a la desconfianza mundial en el lado nominal.
Hay algunos indicadores interesantes como es el caso de la demanda de energía eléctrica, la misma que lleva precios retrazados y que en porcentajes elevará los precios industriales hasta en un 20% en términos generales un promedio del 10%, pero cuyo impacto debiera ser menor en el sector manufacturero debido a la relativa intensidad de uso de la electricidad en los procesos industriales, sin embargo los empresarios quejosos de ello han salido a la defensiva indicando que si serán afectados y que por ello el precio final de sus productos también sufrirán un alza. Aquí lamentablemente se desea que el coste relativo del alza de la energía sea asumida un 100% por la población demandante, para mantener los niveles de rentabilidad de las empresas, que incluso dicen que las disminuciones de los insumos y materias primas no compensan las pérdidas de ingresos, esto no es tan cierto, recordemos que los componentes de materia prima e insumos corresponden a mas del 50% del costo de producción y la energía no alcanza el 15%, por ello un 20% sobre el 15% nos da un impacto del 3% sobre la producción y una disminución del 30% sobre el 50% del costo de producción, nos brindaría una rebaja de costes de hasta 15%, muy superior a la incidencia de la energía eléctrica, luego entendemos que se desea mantener los niveles "perdidos" de rentabilidad, deseo correcto en el ámbito microeconómico del empresario, pero que contribuye al aumento de la inflación y del costo de vida a nivel macroeconómico.
Dos cosas importantes:
Primero, cuidar las expectativas de los agentes económicos, de ellas depende la confianza en la efectividad de los instrumentos del gobierno y segundo no descuidar la inversión estatal, el motor interno de la economía debe seguir en marcha, buscando un equilibrio entre los recursos y la demanda, inclusive apelando a la regulación del mercado si este fuese necesario.
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