Desigualdad de Oportunidades en America Latina I
Las desigualdades de oportunidad en América Latina, han sido evaluadas por el Banco Mundial, basan sus estudios en los trabajos de FHG Ferreira y J. Gignoux.
Hay conclusiones importantes en este trabajo, vamos a reseñar algunos puntos. (extractos del documento).
"4.2 DESIGUALDAD DE OPORTUNIDADES EN LOS SALARIOS.
América Latina es ampliamente conocida por tener uno de los niveles más altos del mundo en desigualdad de salarios, con medias de desviaciones logarítmicas (índices Theil en paréntesis) que van desde el nivel más bajo de 0.572 (0.485) en Panamá, al puntaje más desigual de 0.786 (0.790) en Guatemala. De esta desigualdad, los datos y las técnicas paramétricas y no-paramétricas descritas antes encuentran que entre una quinta parte y una tercera parte puede explicarse por la desigualdad de oportunidades asociada con seis características de circunstancia: género, etnicidad, niveles de educación de los padres, la ocupación del padre y el lugar de nacimiento.
Esta descomposición de la desigualdad de salarios genera dos medidas de desigualdad de oportunidades estrechamente relacionadas. Una es simplemente el nivel de desigualdad atribuible a las circunstancias. Los cálculos de niveles no-paramétricos para salarios van desde una desviación media logarítmica de 0.123 en Colombia a 0.230 en Guatemala .
América Latina es ampliamente conocida por tener uno de los niveles más altos del mundo en desigualdad de salarios, con medias de desviaciones logarítmicas (índices Theil en paréntesis) que van desde el nivel más bajo de 0.572 (0.485) en Panamá, al puntaje más desigual de 0.786 (0.790) en Guatemala. De esta desigualdad, los datos y las técnicas paramétricas y no-paramétricas descritas antes encuentran que entre una quinta parte y una tercera parte puede explicarse por la desigualdad de oportunidades asociada con seis características de circunstancia: género, etnicidad, niveles de educación de los padres, la ocupación del padre y el lugar de nacimiento.
Esta descomposición de la desigualdad de salarios genera dos medidas de desigualdad de oportunidades estrechamente relacionadas. Una es simplemente el nivel de desigualdad atribuible a las circunstancias. Los cálculos de niveles no-paramétricos para salarios van desde una desviación media logarítmica de 0.123 en Colombia a 0.230 en Guatemala .
Otra medida es la proporción de la desigualdad de ingresos que está representada por estas seis circunstancias. Para este conjunto de países, la medida de proporción de desigualdad (no-paramétricamente calculada) de oportunidad es: Brasil (35 por ciento), Guatemala (29 por ciento), Ecuador (26 por ciento), Panamá (25 por ciento), México (23 por ciento), Perú (21 por ciento), y Colombia (20 por ciento). Las diferencias entre Guatemala, México, Ecuador y Panamá son estadísticamente no significativas."
"4.5 RESUMEN.
Este capítulo describió los resultados de una evaluación comparativa de desigualdad de oportunidades económicas en seis países de América Latina. Se trató de un análisis de "arriba hacia abajo": la desigualdad total de los ingresos laborales, los ingresos del hogar y el consumo del hogar se descompuso en una proporción resultante de las circunstancias predeterminadas observadas —que está asociada con la desigualdad de oportunidades— y una segunda proporción que abarca los esfuerzos, el talento y la suerte. Las circunstancias predeterminadas consideradas fueron la educación de la madre, la educación del padre, la raza o etnicidad, y el lugar de nacimiento. En el análisis de los ingresos en el mercado laboral, se agregó el género.
disponibles. Fuente: cálculos de los autores.
Se encontró que la desigualdad de oportunidades económicas representa entre una quinta parte y un tercio de la desigualdad general de los ingresos laborales, como una estimación de límite inferior. La mayor desigualdad de oportunidades de ingresos laborales en los siete países de América Latina considerados se encontró en Brasil, y la menor en Colombia. La clasificación de la proporción de oportunidades resultó muy diferente de la clasificación de la desigualdad general de los ingresos laborales. La desigualdad de oportunidades para el bienestar del hogar por lo general resultó mayor que para los ingresos laborales. Cuando se mide el bienestar de los hogares por el ingreso per cápita del hogar, estimaciones conservadoras van de 21 por ciento en México a 37 por ciento en Guatemala. Cuando se utiliza el consumo per cápita del hogar, la proporción de la desigualdad total es aún más alta que para el ingreso del hogar: 27 por ciento en Colombia y México, 34 por ciento en Ecuador, 35 por ciento en Perú, 42 por ciento en Panamá, y 52 por ciento en Guatemala.
La proporción de desigualdad de oportunidades en ingresos del hogar tiende a ser mayor que para los ingresos laborales, mientras que los cálculos del consumo fueron mayores que para los ingresos del hogar o los salarios en todos los países, y virtualmente cualquiera fuese el método utilizado. Este hallazgo fortalece la noción de que los errores de mediciones y los componentes transitorios se suman a la variante no relacionada a las circunstancias en las mediciones de ingresos laborales e ingresos del hogar. Por lo tanto, la medición basada en consumo podría ser preferible, si uno está interesado en la desigualdad de oportunidades para el bienestar a largo plazo, o el ingreso permanente. Las clasificaciones presentadas en la Tabla 4.5, que resumen los principales hallazgos descritos en el capítulo, deben ser interpretadas con precaución por dos motivos. Primero, muchas de las diferencias de la clasificación entre los países no son estadísticamente significativas. Por ejemplo, las diferencias en las proporciones de desigualdad de
oportunidades basada en el ingreso laboral entre Ecuador y Panamá, o entre México, Perú y Colombia, no son significativas.
Tampoco lo son las diferencias en las proporciones de desigualdad de oportunidades de consumo per cápita entre Perú y Ecuador, o entre México y Colombia. Segundo, la comparabilidad del ingreso laboral, el ingreso del hogar, y el consumo del hogar entre los países está plagada de discrepancias que se originan en las diferencias metodológicas en la construcción del agregado de bienestar y otros aspectos de la encuesta...."
Este capítulo describió los resultados de una evaluación comparativa de desigualdad de oportunidades económicas en seis países de América Latina. Se trató de un análisis de "arriba hacia abajo": la desigualdad total de los ingresos laborales, los ingresos del hogar y el consumo del hogar se descompuso en una proporción resultante de las circunstancias predeterminadas observadas —que está asociada con la desigualdad de oportunidades— y una segunda proporción que abarca los esfuerzos, el talento y la suerte. Las circunstancias predeterminadas consideradas fueron la educación de la madre, la educación del padre, la raza o etnicidad, y el lugar de nacimiento. En el análisis de los ingresos en el mercado laboral, se agregó el género.
disponibles. Fuente: cálculos de los autores.
Se encontró que la desigualdad de oportunidades económicas representa entre una quinta parte y un tercio de la desigualdad general de los ingresos laborales, como una estimación de límite inferior. La mayor desigualdad de oportunidades de ingresos laborales en los siete países de América Latina considerados se encontró en Brasil, y la menor en Colombia. La clasificación de la proporción de oportunidades resultó muy diferente de la clasificación de la desigualdad general de los ingresos laborales. La desigualdad de oportunidades para el bienestar del hogar por lo general resultó mayor que para los ingresos laborales. Cuando se mide el bienestar de los hogares por el ingreso per cápita del hogar, estimaciones conservadoras van de 21 por ciento en México a 37 por ciento en Guatemala. Cuando se utiliza el consumo per cápita del hogar, la proporción de la desigualdad total es aún más alta que para el ingreso del hogar: 27 por ciento en Colombia y México, 34 por ciento en Ecuador, 35 por ciento en Perú, 42 por ciento en Panamá, y 52 por ciento en Guatemala.
La proporción de desigualdad de oportunidades en ingresos del hogar tiende a ser mayor que para los ingresos laborales, mientras que los cálculos del consumo fueron mayores que para los ingresos del hogar o los salarios en todos los países, y virtualmente cualquiera fuese el método utilizado. Este hallazgo fortalece la noción de que los errores de mediciones y los componentes transitorios se suman a la variante no relacionada a las circunstancias en las mediciones de ingresos laborales e ingresos del hogar. Por lo tanto, la medición basada en consumo podría ser preferible, si uno está interesado en la desigualdad de oportunidades para el bienestar a largo plazo, o el ingreso permanente. Las clasificaciones presentadas en la Tabla 4.5, que resumen los principales hallazgos descritos en el capítulo, deben ser interpretadas con precaución por dos motivos. Primero, muchas de las diferencias de la clasificación entre los países no son estadísticamente significativas. Por ejemplo, las diferencias en las proporciones de desigualdad de
oportunidades basada en el ingreso laboral entre Ecuador y Panamá, o entre México, Perú y Colombia, no son significativas.
Tampoco lo son las diferencias en las proporciones de desigualdad de oportunidades de consumo per cápita entre Perú y Ecuador, o entre México y Colombia. Segundo, la comparabilidad del ingreso laboral, el ingreso del hogar, y el consumo del hogar entre los países está plagada de discrepancias que se originan en las diferencias metodológicas en la construcción del agregado de bienestar y otros aspectos de la encuesta...."
Este trabajo muestra como se encuentran los diferentes estratos económicos de la población, para el caso peruano, que ocuparía un tercer lugar de incidencia de la desigualdad de oportunidades, según las estimaciones del Banco Mundial.
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