Joseph E. Stiglitz "parte de la riqueza de los financistas proviene de la explotación de los pobres"
Dicho por el Premio Nobel de Economía: PhD. Joseph E. Stiglitz:
"Si examinamos más de cerca la cima de la pirámide encontraremos allí sobreabundancia de buscadores de rentas: hay quienes obtuvieron su riqueza ejerciendo el monopolio del poder; otros son directores ejecutivos que aprovecharon deficiencias de las estructuras de gobierno corporativas para quedarse con una cuota excesiva de la ganancia de las empresas; y hay todavía otros que usaron sus conexiones políticas para sacar partido de la generosidad del Estado, ya sea cobrándole demasiado por lo que compra (medicamentos) o pagándole demasiado poco por lo que vende (permisos para explotación de minerales).
Asimismo, parte de la riqueza de los financistas proviene de la explotación de los pobres, por medio de préstamos predatorios y prácticas abusivas con el uso de tarjetas de crédito. En estos casos, los que están arriba se enriquecen directamente de los bolsillos de los que están abajo.
Tal vez no sería tan malo si hubiera aunque sea un grano de verdad en la teoría del derrame: la peculiar idea de que enriquecer a los de arriba redunda en beneficio de todos. Pero hoy la mayoría de los estadounidenses se encuentran peor (con menos ingresos reales ajustados por la inflación) que una década y media atrás en 1997. Todos los beneficios del crecimiento fluyeron hacia la cima.
Los defensores de la desigualdad estadounidense argumentan que los pobres y los que están en el medio no tienen por qué quejarse: puede ser que la porción de torta con la que se están quedando sea menor que antes, pero gracias a los aportes de los ricos y superricos, la torta está creciendo tanto que en realidad el tamaño de la tajada es mayor. Pero una vez más, los datos contradicen de plano este supuesto. De hecho, Estados Unidos creció mucho más rápido durante las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, cuando el crecimiento era conjunto, que después de 1980, cuando comenzó a ser divergente.
Esto no debería sorprender a quien comprenda cuál es el origen de la desigualdad. La búsqueda de rentas distorsiona la economía. Por supuesto que las fuerzas del mercado también influyen, pero los mercados dependen de la política; y en Estados Unidos, con su sistema cuasicorrupto de financiación de campañas y el ir y venir de personas que un día ocupan un cargo público y al otro están en una empresa privada, y viceversa, la política depende del dinero.
Por ejemplo, cuando la legislación de quiebra privilegia los derivados financieros por encima de todo, pero no permite la extinción de las deudas estudiantiles (por más deficiente que haya sido la educación recibida por los deudores), es una legislación que enriquece a los banqueros y empobrece a muchos de los que están abajo. Y en un país donde el dinero puede más que la democracia, no es de extrañar la frecuencia con que se aprueban esas leyes."
0 Comments:
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home