Ley de Promoción de las Actividades Productivas en las Zonas Altoandinas Peruanas
La nueva Ley del Fomento a las actividades económicas en la región altoandina peruana, es un viejo plan del actual presidente Alan García.
Sin embargo esto a generado argumentos en contra y argumentos a favor, siendo uno de los mas voceados, la comparativa con los beneficios tributarios a la región de la selva, cuyos resultados no son nada satisfactorios hasta ahora y únicamente ha servido para generar pequeños monopolios en los pueblos de la zona, entre otras deficiencias institucionales.
Pero es un hecho real que la no inclusión de los pobladores en particular y de sus comunidades en general, constituye una falla de mercado. Si desde este punto de vista se trata el problema, entonces podemos ver que aproristicamente existen condiciones que generan esta falla (externalidades negativas), cuyos resultados han sido la migración de los pobladores y la desaparición de la reducida capacidad productiva de las zonas altoandinas.
Si no hay mercado para los productos de las zonas altoandinas, difícilmente conseguirán que los agentes tengan incentivos para participar en procesos y actividades económicas, similar; si no hay las condiciones de infraestructura que permitan facilitar estas actividades en las zonas altoandinas, no será económico conseguir la participación de los agentes económicos en estas zonas.
Estos pueblos concentran mas de 5 millones de habitantes, es decir el mas del 20% de la población peruana y estos pueblos registran los índices mas altos de pobreza, el departamento de Huancavelica alcanzó el índice más alto de pobreza a nivel nacional con 82,1%, superando de esta manera el promedio nacional, otros departamentos con una tasa de pobreza entre 69,0% y 53,4%, figuran Apurímac con 69,0%, Ayacucho 64,8%, Pasco 64,3%, Puno 62,8%, Huánuco 61,5%, Amazonas 59,7%, Cusco 58,4% y Cajamarca con el 53,4%. (Ver INEI-2009).
La desafectación tributaria del impuesto general a las ventas (IGV) para compra de equipos y maquinarias, así como la liberación del pago de impuestos a las rentas, para determinadas actividades económicas. Este conjunto de medidas buscaría crear condiciones (externalidades positivas) que permitan contrarrestar la exclusión económica en esas zonas y promover el desarrollo en las zonas.
Pero hay que entender que el problema económico fundamental son los mecanismos de transmisión del mercado, no es difícil entender esto, cuando la exigencia de los mercados locales y de los mercados internacionales, va mas allá de la simple producción; ahora se necesita contar con un conjunto de requisitos que permitan implementar un proceso productivo exitoso.
Para el Gobierno, quedan dos aristas muy importantes; primero, la promoción y estabilidad tributaria y jurídica para los empresarios que arriesgan a implantar medios de producción en las zonas seleccionadas y segundo, la búsqueda y apertura de mercado, sin el cual no es posible (al menos bajo el esquema económico de libre mercado), el crecimiento de una industria, en este caso no tradicional.
Muchos de los pueblos de la zona, son cercanos a centros de explotación primaria de Minería, lamentablemente el valor agregado que pueden "vender" estas comunidades a esos centros mineros es mínimo y no genera riqueza. Precisamente si el abastecimiento (parte de la solución propuesta por Alan García) fuese de mayor valor agregado y a precios competitivos, crearán una demanda propia hacia sus productos, así producción industrializada y bajo normativa ISO y normativas referidas a control ambiental y de salubridad, pueden incluirse en las compras de los centros mineros. Pero también en la costa peruana existen mercados para productos que pueden venir envasados (en latas o procesos al vacío) como son los productos de la acuicultura industrial, lácteos y embutidos, flores con calidad de exportación, papa procesada, carne de vacuno, de auquenidos y de ovinos; etc.
Por ejemplo, una mini planta lechera fabricada en China (longqiang), para la producción de 1.000 a 5.000 litros diarios alcanza un costo FOB de US$ 120.000, incluye el proceso de pasteurizado y la posibilidad de producción de quesos y otros derivados. El valor de venta bruto posible (con una merma del 10%) estará en el orden de S/. 15.000 a S/. 22.000 diarios, y muchas de estas comunidades poseen ganado vacuno de producción lechera, que al no tener un adecuado entrenamiento técnico sólo alcanzan rendimientos de 20 a 22 litros de leche por vaca al día, en otras latitudes se consigue hasta el doble de esta producción.
Igualmente, el consumo de productos derivados de la papa, reducirían su coste si estos fuesen producidos en la misma zona agroproductiva, o en una zona geográfica que permita recolectar la producción de varias comunidades productoras del tubérculo, Huancavelica por ejemplo.
El consumo de pescado en las zonas es reducido, entre otras causas, está las deficiencias en el proceso de congelado y almacenamiento del mismo en las zonas altoandinas, inexistentes en muchos casos. Una alternativa es el empacado en latas y al vacío, así la producción de peces de la región andina, como la sabrosa trucha, pueden ser incluidos dentro del consumo diario del poblador andino y mas aún los excedentes se exportarían, creando un flujo de ingresos hacia la región.
Hay muchos temas y e camino a recorrerse dependerá de la fuerza que le impriman los alcaldes de las zonas elegidas, los empresarios "emprendedores" y finalmente del Gobierno con Alan García a la cabeza de este esfuerzo nacional.
Pero adicionalmente debe ir de la mano de un soporte importante: educación técnica del poblador altoandino, de lo contrario este será uno de los inconvenientes para la operación de plantas de manufactura industrial.
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