¿Son los Economistas Egoístas?
En Agosto del 2004, apareció este artículo periodístico en el diário El Clarín (http://www.clarin.com/suplementos/economico/2004/08/29/n-00201.htm)
Lo dejo para el análisis.
"Un nuevo experimento confirmó que los economistas se portan como los agentes de los modelos que estudian: son egoístas y poco cooperativos.
Sebastián Campanario
Un economista va a comprar un anillo de compromiso. Cuando el vendedor le ofrece, por unos pesos más, grabarle en el interior el nombre de los enamorados, el economista protesta: "no puede costar más, eso disminuye su valor de reventa". El chiste figura en un sitio web de Finlandia especializado en burlas a los economistas. Varias de las historias que se cuentan allí tienen que ver con este estereotipo de economista: frío, calculador e insensible.
Sebastián Campanario
Un economista va a comprar un anillo de compromiso. Cuando el vendedor le ofrece, por unos pesos más, grabarle en el interior el nombre de los enamorados, el economista protesta: "no puede costar más, eso disminuye su valor de reventa". El chiste figura en un sitio web de Finlandia especializado en burlas a los economistas. Varias de las historias que se cuentan allí tienen que ver con este estereotipo de economista: frío, calculador e insensible.
Algunos académicos se tomaron esta crítica en serio, y en los últimos años aparecieron investigaciones que intentan determinar si la enseñanza de la economía convierte a los alumnos en personas parecidas a los de los modelos que estudian, esto es, si se vuelven optimizadores de sus intereses personales y actúan en consecuencia."La formación de los economistas pone demasiado énfasis en las herramientas matemáticas y le da poca importancia a los efectos sociales y distributivos de las medidas económicas", le cuenta a Clarín, por correo electrónico, Ariel Rubinstein, un profesor de economía de la universidad de Tel Aviv, en Israel.Rubinstein concluyó, semanas atrás, el último de los experimentos realizados para discernir si, en efecto, los economistas suelen comportarse en forma más egoísta que el resto de los mortales. Para eso, contactó a varios grupos de estudiantes de economía, matemática, filosofía, derecho y negocios. A todos les presentó una simulación empresarial, en la cual había que optar entre varias alternativas de maximización de los resultados en base a despedir empleados. Por una diferencia abrumadora a nivel estadístico, el grupo de los estudiantes de economía eligió la alternativa de echar al máximo de gente para obtener la mayor ganancia posible.
"El experimento favorece la hipótesis de que la enseñanza de la economía funciona como un lavado de cerebro", dice Rubinstein."Parece haber algo en la formación de los economistas que deriva en un comportamiento tipo homo economicus", dice Saul Keifman, director de la Maestría en Economía de la UBA, "influye prestarle poca atención a los aspectos sociales y distributivos (lo cual no es incompatible con la matemática), pero también la nula importancia que se le da en la currícula a la sociología, psicología, antropología, historia, ciencia política, derecho y filosofía".Almas caritativas el de Rubinstein no es el primer estudio que llega a esta respuesta. Un trabajo de Frank, Guilovich y Regan mostró que "exponer a los alumnos a modelos donde los agentes persiguen su propio beneficio promueve que ellos se comporten de esa forma".
Aquí el experimento pasó por someter a estudiantes al dilema del prisionero, de la teoría de los juegos, y el resultado fue que el grupo que estudiaba economía fue, por lejos, el que mostró una actitud más individualista y menos cooperativa."No me sorprende", dice Omar Chisari, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UADE, "el egoísmo, y no el altruismo, es lo que está en la base del comportamiento económico, esto es algo que ya explicaba Adam Smith". Para Chisari, "a los economistas se los entrena para aplicarle racionalidad a este egoísmo".Pero no todos están de acuerdo con las conclusiones de estos experimentos. Los críticos aseguran que no es correcto extrapolar los resultados obtenidos entre un grupo de estudiantes a toda la profesión.
En particular, los economistas Stephan Meir y Bruno Frey aseguran que la no cooperación y la conducta más egoísta tienen que ver con que los alumnos de economía piensan que se los somete a una prueba de intelecto, para saber si conocen las herramientas matemáticas de maximización, pero que esto no quiere decir que se comporten de esa forma en la vida real.Para demostrarlo, Frey y Meier hicieron el año pasado su propio experimento.
Esta vez se trató de un "experimento natural", esto es, no se armó en un laboratorio, sino que se utilizaron estadísticas de la vida real. En la Universidad de Zurich se les pregunta a los alumnos, al inicio de cada semestre, si quieren hacer una donación a dos fondos de caridad manejados por la propia universidad. Sobre casi 100.000 observaciones, los estudiantes de economía mostraron un comportamiento similar a los de otras carreras. No fueron ni más ni menos egoístas. En otras palabras, pagarían unos pesos más por el anillo de compromiso grabado, por más que pierda valor de reventa."
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