Una Historia sobre el Talento...en tiempos difíciles.
El Sr. Marcos era un jefe “clásico”, acostumbrado a la dura lucha
por las ventas y la producción contínua – siempre se decía: la calle
esta dura – curiosa frase que reflejaba su constante preocupación por
vender, no en vano había llevado adelante a su empresa por más de veinte
años; pero ahora la situación es diferente, enfrenta no solo una
recesión económica, sino también etapas de cambio tecnológico y los
productos que suele producir han perdido competitividad debido a la
fuerte competencia en los nuevos entornos globalizados que ya invadió su
mercado local.
Difícilmente podíamos encontrar al Sr. Marcos de buen humor por la
mañana, era perfeccionista y constantemente “gritaba” al personal que no
estuviese realizando las labores asignadas, todos le temían y evitaban
toparse con el. El Sr. Marcos te decía que si no tenias ningún contacto
con su persona era “bueno” porque estabas haciendo bien tu trabajo y así
el no te incomodaba; pero, preocupate – decía – si tengo que hablar
contigo, porque seguramente algo no estás realizando de manera adecuada.
Pero esta mañana ha sido diferente, el Sr. Marcos ha entrado en la
oficina y en vez de tener el rostro de mal humor como acostumbra, está
sombrío y preocupado. Una reunión un día antes con el asesor financiero
le ha mostrado que las cifras no andan bien, ventas bajas, costos
elevados, alta carga laboral, falta de liquidez y postergación de las
cuentas por cobrar, compromisos de producción incumplidos, etcétera,
etcétera, etcétera.
Es allí donde resurge nuevamente el espíritu joven del Sr. Marcos,
seguramente recordó que ya antes vivió tiempos difíciles y no lo
vencieron, hoy por que lo vencerían; las condiciones del mercado son
otras le dijeron, pero ¡claro¡ el mercado es dinámico, ¡ lo único que se
puede predecir con certeza es que todo siempre cambia ¡
Efectivamente, tal como decía J.M. Keynes, los “animal spirits”
(espíritus animales) son el poderoso impulso que incita a la acción y
esa acción es la que toma el Sr. Marcos para cambiar el curso de su
empresa. Ha reunido a todos los administrativos, ingenieros, técnicos y
vendedores y comienza diciendo – Hoy estamos aquí para cambiar las
cosas, si seguimos con la corriente, terminaremos río abajo en un
desempeñadero, hay que nadar contra la corriente, pero no tenemos muchas
fuerzas, entonces estamos aquí para usar nuestro talento y no morir en
el intento - todos sorprendidos y en silencio. El Sr. Marcos presenta
a su nuevos asesor, un analista de mercado y de inteligencia de
negocios, un tipo con bastante experiencia en el rubro; a diseñado
nuevos planes y empiezan analizado la oferta de su empresa y la de la
competencia, pronto descubren muchas fallas: colores inadecuados,
pinturas inadecuadas, embalaje voluminoso y costoso, proceso de pintado
con hornos obsoletos, hay que tercerizar dicen, así tras 2 horas de
debates los ingenieros tienen muy en claro cómo deben de enfrentar los
cambios en la producción y en los procesos. Así se colocan incentivos a
los técnicos e ingenieros, ellos recibirán un premio adicional
equivalente al 2% de sus salarios si entregan antes de las fechas
comprometidas los productos y si al final de un trimestre, la producción
ha alcanzado cero (0) devoluciones por fallas y/o paradas de planta,
tienen un 3% adicional (al final del periodo trimestral).
Los administrativos y comerciales también están incursos en los
nuevos planes, pues la empresa utiliza a los vendedores como
tramitadores desde la preparación de las ofertas hasta la entrega de
facturas e incluso gestión de cobranzas; resultando que los vendedores
¡solo visitan a un cliente al día ¡ , así se necesitaría un ejército de
vendedores y la empresa caería en rendimientos marginales decrecientes,
adicionales a la ineficiencia de la organización; el Sr. Marcos decide
no despedir a los administrativos, pues contraviniendo la opinión del
financiero, los reubica como gestores de cobranzas, trámites y los va a
entrenar en la preparación de los presupuestos de ventas, así los
comerciales, liberados de toda esta carga, solamente se dedicarán a
buscar negocios.
Dentro de su nuevo plan, decide que cada miembro de la empresa sea un
potencial “vendedor” e impone un bono de premio equivalente al 5% de la
venta que realice cualquier trabajador que no pertenezca al área
comercial, en otras palabras todos pueden vender. Esta venta siempre se
canalizará por el equipo comercial (con ello no despierta celos internos
y es que el comercial recibirá su cuota variable y no se verá
afectado).
Pero el Sr. Marcos, ávido en la búsqueda de la sostenibilidad de su
negocio, va mas allá y decide crear un comité de “innovación”, para ello
designa a los más jóvenes y a los más antiguos de su organización a
conformarla y les da la tarea de “buscar” todos los procesos que en la
empresa puedan ser mejorados, ellos deben de exponer sus ideas cada fin
de semana, así el día sábado se reúnen en un almuerzo ligero que invita
la empresa, dentro de sus instalaciones y todos escuchan las ideas del
comité y opinan al respecto. Quizá el único que no estaba de acuerdo con
ello seguía siendo el jefe de finanzas, ya que su función es cuidar de
cada “centavo” que entra a la caja de la empresa – decía.
A un año de los cambios realizados por el Sr. Marcos; su empresa se
ha reposicionado, nadie ha sido despedido, por el contrario, el comité
de innovación ha encontrado nuevos productos que ahora manufacturan y
esto a aumentado el volumen de ingresos de la empresa, han alcanzado
estabilidad en el corto plazo y todos están más tranquilos con su futuro
y el de la empresa.
La empresa se ha “rejuvenecido” algunos empleados se hallan mucho más
cómodos en los nuevos puestos que les han designado, los comerciales
han incrementado sus ingresos, pese a la “dura” situación de la calle,
el financiero está más tranquilo, las cifras “pintan bien” nos dice, ya
hay liquidez y se han renegociado las deudas, pero también las cobranzas
– el Sr. Marcos opina, “si ahorcamos a nuestros deudores, los matamos
financieramente y los muertos no pagan deudas” – ahora existe un esquema
colaborativo, que ayuda a sus clientes a mejorar los tiempos de pago.
Cuando las “papas queman…” nos recuerda el Sr. Marcos, hay que
serenarse y utilizar el mayor recurso que tenemos y que siempre está con
nosotros: el talento. Efectivamente muchas empresas no utilizan los
“talentos” que tienen en su personal, porque no lo conocen, porque ni
siquiera se han tomado la molestia de averiguarlo, pero son otros
tiempos y verdaderamente lo único cierto es que siempre habrá cambios.
“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.”
Dr. Albert Einstein (1879-1955).
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