La Teoría Prospectiva - Discurso del Premio Nobel Daniel Kahneman
Hoy les alcanzo parte del discurso del Dr. Daniel Kahneman en la entrega del premio Nobel en Economía.
"TEORÍA PROSPECTIVA
Una propiedad general de los sistemas perceptivos es que están diseñados para aumentar la accesibilidad de los cambios y las diferencias. La percepción depende de la referencia: Los atributos percibidos de un estímulo focal reflejan el contraste entre dicho estímulo y un contexto de estímulos previos y concurrentes. En este apartado se mostrará que las evaluaciones intuitivas de los resultados dependen de la referencia también.
El papel que tiene la estimulación previa en el campo de la temperatura es muy conocido. Al sumergir la mano en agua que esté a 20ºC se la encontrará, con agrado, templada, tras una inmersión prolongada en agua bastante fría, y, en el otro sentido, estará agradablemente fría tras su inmersión en agua mucho más caliente. El gráfico 5 muestra la dependencia de la referencia de la visión. Los dos cuadrados interiores tienen la misma luminosidad, pero no parece que brillen lo mismo. La clave de la demostración está en que la brillantez de un área no es una función que dependa de un único parámetro, cual es la luz que llega al ojo desde tal área, de la misma manera que la experiencia tenida con la temperatura no depende únicamente de la temperatura a la que uno está expuesto en dicho instante. Para describir la brillantez percibida o la temperatura se precisa también un parámetro relacionado con un valor de referencia
(denominado a menudo nivel de adaptación), en el que influye el contexto de la situación previa y actual. Desde la posición ventajosa del estudioso de la percepción, es bastante asombroso el hecho de que en el análisis económico estándar se suponga que la utilidad de los resultados de las decisiones está determinada únicamente por el estado final de la dotación, con lo que es independiente de la referencia. En el contexto de las elecciones con riesgo, el origen de este supuesto se puede asociar al brillante ensayo en el que se definió por primera vez la teoría de la utilidad esperada (Bernoulli, 1738). Bernoulli suponía que los diferentes niveles de riqueza tenían una utilidad concreta, y proponía que la regla de decisión en las elecciones realizadas en un contexto de riesgo fuera la de maximizar la utilidad esperada de la riqueza (la esperanza moral). El lenguaje del ensayo de Bernoulli es preceptivo –se refiere a lo que es sensato o razonable
hacer– pero la teoría se planteaba también como una descripción de las elecciones de una persona razonable (Gigerenzer et al., 1989). Como en la mayoría de los tratamientos modernos de la toma de decisiones, en el ensayo de Bernoulli no se considera que haya ninguna tensión entre lo preceptivo y lo descriptivo. La proposición de que los que toman decisiones evalúan los resultados sobre la base de la utilidad de los estados finales en cuanto a los activos se refiere ha sido conservada en el análisis económico durante casi 300 años. Esto es bastante sorprendente, ya que se puede mostrar fácilmente que es errónea; la denominaré el error de Bernoulli. Tversky y yo construimos numerosos experimentos mentales cuando iniciamos el estudio de la elección en un contexto de riesgo que llevó a la formulación de la teoría prospectiva (Kahneman y Tversky, 1979). Ejemplos tales como los Problemas 1 y 2 que se indican más abajo nos convencieron de lo inadecuada que era la función de utilidad basada en la riqueza como explicación de la elección:
El papel que tiene la estimulación previa en el campo de la temperatura es muy conocido. Al sumergir la mano en agua que esté a 20ºC se la encontrará, con agrado, templada, tras una inmersión prolongada en agua bastante fría, y, en el otro sentido, estará agradablemente fría tras su inmersión en agua mucho más caliente. El gráfico 5 muestra la dependencia de la referencia de la visión. Los dos cuadrados interiores tienen la misma luminosidad, pero no parece que brillen lo mismo. La clave de la demostración está en que la brillantez de un área no es una función que dependa de un único parámetro, cual es la luz que llega al ojo desde tal área, de la misma manera que la experiencia tenida con la temperatura no depende únicamente de la temperatura a la que uno está expuesto en dicho instante. Para describir la brillantez percibida o la temperatura se precisa también un parámetro relacionado con un valor de referencia
(denominado a menudo nivel de adaptación), en el que influye el contexto de la situación previa y actual. Desde la posición ventajosa del estudioso de la percepción, es bastante asombroso el hecho de que en el análisis económico estándar se suponga que la utilidad de los resultados de las decisiones está determinada únicamente por el estado final de la dotación, con lo que es independiente de la referencia. En el contexto de las elecciones con riesgo, el origen de este supuesto se puede asociar al brillante ensayo en el que se definió por primera vez la teoría de la utilidad esperada (Bernoulli, 1738). Bernoulli suponía que los diferentes niveles de riqueza tenían una utilidad concreta, y proponía que la regla de decisión en las elecciones realizadas en un contexto de riesgo fuera la de maximizar la utilidad esperada de la riqueza (la esperanza moral). El lenguaje del ensayo de Bernoulli es preceptivo –se refiere a lo que es sensato o razonable
hacer– pero la teoría se planteaba también como una descripción de las elecciones de una persona razonable (Gigerenzer et al., 1989). Como en la mayoría de los tratamientos modernos de la toma de decisiones, en el ensayo de Bernoulli no se considera que haya ninguna tensión entre lo preceptivo y lo descriptivo. La proposición de que los que toman decisiones evalúan los resultados sobre la base de la utilidad de los estados finales en cuanto a los activos se refiere ha sido conservada en el análisis económico durante casi 300 años. Esto es bastante sorprendente, ya que se puede mostrar fácilmente que es errónea; la denominaré el error de Bernoulli. Tversky y yo construimos numerosos experimentos mentales cuando iniciamos el estudio de la elección en un contexto de riesgo que llevó a la formulación de la teoría prospectiva (Kahneman y Tversky, 1979). Ejemplos tales como los Problemas 1 y 2 que se indican más abajo nos convencieron de lo inadecuada que era la función de utilidad basada en la riqueza como explicación de la elección:
Problema 1
¿Aceptarías esta apuesta?
50% de posibilidades de ganar 150 $
50% de posibilidades de perder 100 $
¿Modificarías la elección si tu riqueza total se redujera en 100$?
Habrá pocos interesados en la apuesta del Problema 1. Los resultados obtenidos mediante experimentos muestran que la mayoría de la gente rechazará una apuesta en el que las posibilidades de ganar o perder estén equilibradas, salvo cuando la posible ganancia sea como mínimo el doble de la posible pérdida (por ejemplo, Tversky y Kahneman, 1992). Por supuesto, la respuesta a la segunda pregunta es negativa. A continuación consideremos el Problema 2:
Problema 2
¿Qué es lo que preferirías?
Perder 100$ con certeza
O
50% de posibilidades de ganar 50 $
50% de posibilidades de perder 200 $
¿Modificarías la elección si tu riqueza total aumentara en 100$?
En el Problema 2, la apuesta parece ser mucho más atractiva que la perdida segura. Los resultados de los experimentos indican que la gran mayoría de los encuestados respecto a problemas de este tipo prefieren la búsqueda de riesgos (Kahneman y Tversky, 1979). En este caso, de nuevo, no se puede tomar en serio la idea de que una variación de 100$ en la riqueza total podría influir en las preferencias.
Examinamos muchos pares de elecciones de este tipo en nuestras primeras investigaciones, y concluimos que el muy brusco cambio desde la aversión a la búsqueda de riesgo no se podía explicar convincentemente a través de una función de utilidad basada en la riqueza. Las preferencias parecen estar determinadas por las actitudes frente a las ganancias y las pérdidas, definidas respecto a un punto de referencia, y la teoría de Bernoulli y sus sucesoras no incluían tal punto. Consecuentemente, propusimos una teoría alternativa para el riesgo, en la que la utilidad se vincula a las ganancias y a las pérdidas –variaciones de la riqueza en vez de niveles
de la misma. Una de las innovaciones derivadas de la teoría prospectiva fue que se presentó explícitamente como una teoría descriptiva formal de las elecciones que la gente efectúa realmente y no como un modelo de tipo normativo. Esto fue un cambio respecto a una larga historia de elección de modelos que servían para perseguir un doble objetivo, como lógica de carácter normativo y como modelos descriptivos idealizados.
Las predicciones que diferencian a la teoría prospectiva se deducen de la forma de la función de valor, la cual se muestra en el gráfico 6. La función de valor se define sobre la base de las ganancias y las pérdidas y se caracteriza por tres rasgos: (1) es cóncava en el campo de las ganancias, con lo que propicia la aversión al riesgo; (2) es convexa en el dominio de las pérdidas, favoreciendo así la búsqueda de riesgos; (3) lo más importante, es una función que se quiebra bruscamente en el punto de referencia, y con adversión a las pérdidas –más empinada para las pérdidas que para las ganancias, por un factor de cerca de 2-2,5 "
de la misma. Una de las innovaciones derivadas de la teoría prospectiva fue que se presentó explícitamente como una teoría descriptiva formal de las elecciones que la gente efectúa realmente y no como un modelo de tipo normativo. Esto fue un cambio respecto a una larga historia de elección de modelos que servían para perseguir un doble objetivo, como lógica de carácter normativo y como modelos descriptivos idealizados.
Las predicciones que diferencian a la teoría prospectiva se deducen de la forma de la función de valor, la cual se muestra en el gráfico 6. La función de valor se define sobre la base de las ganancias y las pérdidas y se caracteriza por tres rasgos: (1) es cóncava en el campo de las ganancias, con lo que propicia la aversión al riesgo; (2) es convexa en el dominio de las pérdidas, favoreciendo así la búsqueda de riesgos; (3) lo más importante, es una función que se quiebra bruscamente en el punto de referencia, y con adversión a las pérdidas –más empinada para las pérdidas que para las ganancias, por un factor de cerca de 2-2,5 "
1 Comments:
Esta traducción es errónea:
De forma sorprendente, Frederick
ha descubierto que los errores en este rompecabezas y en otros del
mismo tipo eran predictores significativos de elevadas tasas de descuento.
El original dice:
Remarkably, errors in this puzzle and in others of
the same type were significant predictors of relative indifference to delayed
rewards (high discount rates), and of cheating.
Se han comido el paréntesis y lo han integrado en la frase para dar un resultado absurdo en castellano.
El original se podría traducir como sigue: "De forma remarcable, los errores en este problema y en otros similares fueron/serían predictores significativos de la relativa indiferencia hacia las recompensas diferidas (altas tasas de descuento), y las trampas."
Nada que ver con lo escrito en castellano.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home