De Licitaciones y Otros Demonios....

Para muchos de los peruanos nos resulta "familiar" encontrar en la actual coyuntura economica, que la corrupción es parte del aparato de gobierno, situación heredada de anteriores gobiernos y que ahora en la presunción de la apristización de los cargos, buscan desesperadamente apurar licitaciones y los concursos de compras, antes de que sean retirados de los cargos desde donde venían ejerciendo labores como funcionarios de logística y administración del patrimonio nacional.

Esta situación de la falta de ética en los gobiernos de latinoamerica, ya ha sido mencionada por varios autores, que ven en ello, uno de los mayores males de los países pobres. Pero la problemática de las adquisiciones estatales no solo alcanza a la sobrevaloración, sino tambien a las leyes mismas que en su afan de controlar y restringir estos actos, dejan vacíos que sospechosamente son utilizados por muchos de los postulantes a estas compras estatales. Algunos vacíos son claramente visibles, por ejemplo no se considera presupuestos por reposición y servicios, con lo cual la infraestructura adquirida termina mal conservada y con deterioros , generándose así una necesidad urgente de reponer lo dañado y creando presupuestos de emergencia, que per se , terminan con los esquemas de los concursos y se adjudican al primer postor presente, aunque este cumpla mínimamente con lo solicitado; el resto se arregla en ele camino.

Para el gobierno del Dr. Alan García, que asume un país con 48% de pobreza y mas de 22,000 millones de dolares de déficit de inversiones en los sectores básicos, va a resultar complicado romper con este remedo de "organización" paralela , adaptada a las licitaciones, que funciona eficientemente , pero para sus intereses. Habra que revisar las compras más importantes de los últimos 10 años, efectivamente sectores como Saneamiento, carreteras, Salud; etc que han consumido gran parte del presupuesto estatal de estos últimos años y que a la sazón del Consucode; han habido casos donde por las deficiencias de la Ley, se ha aceptado determinadas modificaciones de cada Licitación o Concurso, finalmente colocando el proyecto en manos del proveedor, que no necesariamente posee la oferta óptima, sino la que pudo adecuarse a la condiciones del concurso o licitación.

Y ahora el Estado debe de actuar de despensero, para vigilar , con apoyo de organizaciones externas al gobierno central; los procesos licitatorios, que no deben de detenerse por causa de los funcionarios corruptos que se agolpan a las puertas de los ministerios y de las empresas estatales con cada cambio de gobierno.